Escritor y pensador español (Granada, 13 de diciembre de 1865- Riga, 29 de noviembre de 1898).
Considerado precursor de la generación del 98. Su infancia y juventud transcurren en Granada, en un ambiente modesto y tranquilo. Desde su juventud mostró interés por las letras y las lenguas clásicas. En Granada cursó bachiller y las carreras de Derecho y Filosofía y Letras.
Tras ganar en 1889 las oposiciones al cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Anticuarios, fue destinado a la biblioteca del Ministerio de Fomento. Se integró en la vida intelectual madrileña, acudiendo al ateneo y a tertulias literarias donde se relacionó, entre otros, con Unamuno.
Años más tarde conoce a Amelia Roldán con la que le unió una relación amorosa, nunca legalizada, fruto de la que nacieron dos hijos: Natalia, que muere a los pocos meses de nacer, y Ángel Tristán. Ese mismo año opositó al cuerpo consular y es nombrado vicecónsul de Amberes. La carrera consular le condujo a distintas ciudades del norte de Europa (Amberes, Helsinfort y Riga) en las que se desarrolla la época más productiva de su obra.
En 1895 es nombrado cónsul en Helsinfort, donde escribe la mayor parte de su obra: Granada la Bella y Cartas finlandesas aparecieron en forma de artículos en El Defensor de Granada; inició la colección de ensayos Hombres del Norte, y escribió la novela Los trabajos del infatigable creador Pío Cid.
A principios de 1898 se suprimió el consulado de España en Helsinfort, por sugerencia del propio Ganivet, y se trasladó a Riga. Su estado de ánimo, agravado por causas físicas entre las que se barajan una depresión profunda, las secuelas de una infección sifilítica o una esquizofrenia epileptal, lo impulsaron al suicidio en el río Dwina, el 29 de noviembre de 1898.