Nacida en Almería en el seno de una familia burguesa, destaca como periodista y escritora, pero también como una de las pioneras del feminismo en lucha por la normalización del divorcio, de una legislación para la igualdad y del sufragio universal, promoviendo la educación y el asociacionismo como claves en pos de la emancipación femenina.
En 1883 se casa con Arturo Álvarez Bustos, un periodista almeriense con quien tuvo cuatro hijos. Este regentaba una imprenta heredada de su familia y los diarios Almería Bufa y Almería Alegre, en los que Carmen trabajó hasta abandonar el domicilio familiar a finales de la década de 1890 con su hija María, única descendiente que sobrevivió al matrimonio, ante lo que diversas fuentes describen como una insostenible situación de maltrato.
Instalada con su hija en la casa paterna, estudia en la Escuela Normal de Maestros de Almería, entonces dependiente de su homónima en Granada, y en 1900 consigue una plaza en la Escuela Normal de Guadalajara. Es en este momento cuando comienza a publicar en El Globo o La Correspondencia de España, y a partir de 1903 publica bajo el seudónimo Columbine la columna “Lectura para las mujeres” en el Diario Universal, convirtiéndose en la primera mujer redactora en España.
En paralelo a este trabajo publica libro “El divorcio en España” (1904) y, tras viajar por Europa gracias a una beca recibida en 1906, firma su primer libro de viajes, “Por Europa”, que surge como una recopilación de los artículos sobre el viaje publicados en el Heraldo de Madrid. En este medio se convierte en la primera mujer corresponsal de guerra cubriendo el conflicto entre España y Marruecos, recogido en la novela breve “En la guerra (Episodios de Melilla)”, a la que le sigue la primera novela larga “Los Inadaptados” (1909), que publica ya instalada en Madrid. Aquí mantiene su trabajo como columnista en diferentes diarios, cultiva el género de la novela, la biografía y lleva a cabo numerosas traducciones, mientras imparte docencia en la Escuela Normal Central de Madrid y crea el Salón de Colombine, un círculo literario al que concurrirán grandes nombres de las letras madrileñas y del que surgen su relación con Ramón Gómez de la Serna y “La revista crítica”.
En su labor como activista encontramos su afiliación a partidos de corte socialista, pero destaca sobre cualquier ámbito su labor por el feminismo, participando en numerosos mítines y reuniones en pro de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.