Profesor de dibujo que destaca por su producción artística en el ámbito de la pintura, el grabado y la fotografía, aunque también desarrolla numerosos proyectos de diseño, escenografía y creación de títeres.
Habiendo residido con su familia en diferentes países en Europa y América, su formación en artes lo ubica en la madrileña Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado, estudios que compagina con las enseñanzas de Rafael Doménech, catedrático de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Finalizado este período gana por oposición una plaza de profesor de dibujo en la Escuela Normal de Magisterio de Granada (1917). Durante sus primeros años en la ciudad concurre, junto a otros intelectuales y artistas como Manuel de Falla, Federico García Lorca o Ángel Barrios, a la tertulia “El Rinconcillo” en el granadino Café Alameda, de la que fue uno de los fundadores.
El inicio de la Guerra Civil y el proceso de depuración de la enseñanza suponen su separación forzosa del puesto de profesor en la Escuela Normal y el destierro a Logroño. Aunque recuperará su plaza en 1938, una sentencia del Tribunal de Responsabilidades Políticas supondrá para Lanz una nueva prohibición temporal para el ejercicio de cargos públicos, hecho que se hace acompañar de una cuantiosa multa que engrosa su expediente de depuración.
Si genio artístico abarca un amplio abanico de intervenciones, como la creación de títeres y escenografías para el “Retablo de Maese Pedro”, a encargo de Manuel de Falla y, como grabador, las “Estampas de Granada” (1926), entre otros proyectos como la colaboración con Leopoldo Torres Balbás en la restauración de la Alcazaba de Málaga o el diseño de mobiliario para la Escuela Normal de Maestros de Granada, parte del cual se conserva en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Granada.