Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Granada; se doctoró en Filología Románica. Fue profesor de literatura en un instituto de la ciudad. En los años cincuenta dirigió el TEU (Teatro Español Universitario) de Granada, con cuyo trabajo obtuvo considerables éxitos representando obras del teatro clásico. Estuvo varios años como profesor en universidades de Estados Unidos. En 1977 obtuvo la cátedra teatral Juan del Encina en la Universidad de Salamanca.
Martín Recuerda estrena sus primeras obras en el ámbito universitario. En 1954 dirigió y estrenó su drama La llanura, a la que siguió, Las átridas (1955), El payaso y los pueblos del Sur (1956). En 1959 estrena El teatrito de Don Ramón, que obtuvo el Premio Lope de Vega. Más tarde escribe Como las secas cañas del camino que, al igual que las anteriores se sitúa en una corriente poética postlorquiana, y, por fin, escribe y estrena con rotundo éxito, en 1963, Las salvajes en Puente San Gil, obra grotesca, esperpéntica, que coloca el autor en una perspectiva decididamente crítica y que versa sobre el maltrato que reciben las actrices de una revista por las señoras conservadoras del pueblo al que van a actuar. Entre las obras posteriores se encuentran: ¿Quién quiere una copla del Arcipreste de Hita?, El caraqueño, El Cristo y Las arrecogías del beaterio de Santa María Egipcíaca; esta última trata de la injusticia imperante en los tiempos de Mariana Pineda. La heroína convive con otras “arrecogías” liberales o prostitutas. En 1976 Martín Recuerda obtuvo el Premio Lope de Vega con El engañao sobre la vida de San Juan de Dios.