Pintor.
Miembro de una familia de banqueros granadina, José María Rodríguez-Acosta da muestras de su interés por la pintura desde su juventud. Finalizados los estudios de bachiller en 1889, comienza su formación artística en el taller de José Larrocha y conoce al también pintor José María López Mezquita, a quien le unirá una estrecha y duradera amistad.
Cursa estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Granada y en la Facultad de Ciencias, matriculándose en esta última entre 1895 y 1898. Sin embargo, su trayectoria profesional se mantiene vinculada a la pintura tras instalarse en Madrid en 1899, donde conoce a Emilio Sala Francés y, mientras cursa estudios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, al pintor valenciano Cecilio Plá y desde donde partirá a sus estancias en París y Ginebra.
La pintura de José María Rodríguez-Acosta se vincula al modernismo y al simbolismo, trabajando temas como el paisaje, las naturalezas muertas, temas costumbristas y desnudos femeninos, haciendo hincapié en el estudio de la luz, que destaca como una de las principales características de sus lienzos. Mientras que en sus obras de juventud una pincelada suelta y atmosférica define obras como “En el balcón” (1903) o “La hora de la siesta” (1905), en su madurez produce una pintura de una extraordinarias calidades matéricas que dotan de gran realismo a las texturas de las telas, como se observa en “Oriental I” (c.1930), trabajando la piel con exquisito cuidado para modelar las figuras
que protagonizan composiciones como “Desnudo tendido” (c.1939) o “La noche” (1941).
Habiendo recibido reconocimientos y premios como la mención honorífica en la Exposición Nacional de Pintura de 1904, la segunda medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1906 y la primera medalla en la de 1908, el pintor vuelve a Granada en 1914 y comienza a trabajar en el diseño del Carmen que se convertirá en su vivienda y en su estudio. Además de esta incursión en el diseño arquitectónico, su polivalente personalidad artística le llevará a participar en la fundación de la Revista de Occidente, pero no abandonará la pintura hasta su muerte.