El Palacio del Almirante acoge desde el miércoles 30 de marzo dos exposiciones especialmente interesantes, cada una de ellas por motivos distintos. En la Sala del Barrio, se expone «Albaicín. Obsesión. Manuel Ángeles Ortiz» la muestra del reencuentro del pintor granadino con su ciudad tras su vuelta del exilio. Esta exposición puede visitarse hasta el 27 de mayo y recoge la experiencia del artista tras volver de París en agosto de 1958 a la Granada de su infancia y adolescencia. En un renovado contacto con el paisaje y la cultura de la ciudad, que Ortiz calificó de «puro idilio», decidió emprender una serie artística que llamó Albaicines y que se extendería de manera fecunda hasta los primeros años de 1970. Esta exposición, comisariada José Javier Gómez Jiménez y David Martín López, se enmarca dentro de la conmemoración del Centenario del Concurso Nacional de Cante Jondo celebrado en Granada en 1922.
"Albaicines" recoge un amplio número de obras concebidas en distintos soportes y técnicas. Manteniendo una mirada hacia lo natural y con el uso de panorámicas amplias y distintos enfoques lumínicos, Ortiz retrató el barrio a través de un dinámico entramado de estructuras geométricas. El resultado es una suerte de imágenes de potente gráfica vanguardista, donde construye una nueva tridimensionalidad, a la vez que son una idea emotiva y lírica cargadas de poética personal. Las obras exhibidas, en parte inéditas hasta ahora, son demostrativas de ello.
La multiplicidad de Albaicines nos transmite un fundamento esencial: la obsesión y el deseo de Ortiz por ahondar y descubrir nuevos parámetros estéticos. Así, en los dibujos y estampas seleccionados se descubren, por un lado, ejercicios de experimentación que servirían a Ortiz como proceso mental de creación con distintos propósitos y, de otra parte, la concreción artística final validada por el autor. Los óleos y el papel recortado constituyen la consecución máxima de ese anhelo.
En otra sala del Palacio del Almirante, la 0.3, se expone hasta el 29 de abril en este caso "Noche y fuego: el Consuelo del Sacromonte", un recorrido audiovisual por una de las noches y madrugadas más emocionantes que pueden vivirse en este barrio granadino. Esta exposición muestra, entre otras cosas, dos documentales inéditos en Granada sobre el Cristo de los Gitanos (2009), obra de Mario de la Torre y Eva Fernández. La muestra está comisariada por Carmen Sousa Pardo, Jésica Domínguez Muñoz y David Martín López.
Una madrugada al año, de un miércoles a un jueves singular en Granada, Albaicín por la Cuesta del Chapiz se funde con el Sacromonte en un itinerario sacro. La procesión, popularmente conocida como la del Cristo de los Gitanos, llega ya en el barrio sacromontano a su momento álgido. Expresión de fervor, sincretismo, pasión y arte a través de la música, del baile y del fuego.
Trece años han pasado de la producción de los documentales y con la distancia y el paso del tiempo, adquieren, sin lugar a duda, un valor semántico en la propia documentación histórica de la Semana Santa y del barrio. Noche y fuego, el Consuelo del Sacromonte, sigue una de las líneas expositivas de la Casa de Porras que quiere reflejar el patrimonio más cercano, la inmanencia de una tradición asentada a lo largo de décadas en ambos barrios.
Este recorrido audiovisual y antropológico busca revalorizar desde una perspectiva de análisis e introspección la magia de esa madrugada, entre la realidad y la ficción, entre lo sacro y lo profano, el folclore y la antropología, única y cotidiana de cada Miércoles Santo. El discurso expositivo quiere ser sencillo e íntimo, en la que las fotografías y piezas expuestas, gracias al Archivo del periódico Ideal y de la Cofradía, evocan a esa noche, a su significado y a su esencia.
Las dos exposiciones están organizadas por La Madraza Centro de Cultura Contemporánea y Casa de Porras, con la colaboración del Ayuntamiento de Granada. El horario de apertura al público es de lunes a viernes, de 11.00 a 14.00 horas y de 18.00 a 21.00 horas. Los festivos el Palacio del Almirante estará cerrado.